1. Introducción

(Una breve introducción a la lengua griega)


EL GRIEGO Y LAS LENGUAS INDOEUROPEAS

La lengua griega proviene, como muchas otras lenguas, de una familia común llamada indoeuropeo. El indoeuropeo no existe como lengua en sí misma, sino como una reconstrucción filológica de una serie de estructuras sintácticas y morfológicas comunes a un grupo de lenguas. Este “lenguaje común” está fechado hacia el 3000 a. C. Si desean conocer más sobre este tema apasionante, pueden visitar el siguiente link:

http://es.wikipedia.org/wiki/Lenguas_indoeuropeas

http://www.delcastellano.com/2008/04/17/que-es-proto-indoeuropeo/

http://club.telepolis.com/jantias/unidades/indoeuropeo_u1.htm


EL ALFABETO GRIEGO

Antecedentes

Antes de la elaboración de este alfabeto, los griegos empleaban un silabario para la escritura, llamado sistema lineal B, utilizado en Creta, y zonas de la Grecia continental como Micenas o Pilos entre los siglos XVI a. C. y XII a. C. Los fragmentos conservados en lineal B están escritos en un dialecto llamado micénico. El lineal B se desarrolló a partir de un silabario anterior, llamado Lineal A, empleado para escribir el idioma eteocretense, una lengua preindoeuropea hablada por los nativos cretenses antes de la invasión griega de la isla, y no representa del todo correctamente la fonética del dialecto micénico. Ésta y otras razones llevaron a su abandono y al desarrollo de un alfabeto completamente nuevo.

La adaptación del fenicio

Se cree que el alfabeto griego deriva de una variante del fenicio, introducido en Grecia por mercaderes de esa nacionalidad. El fenicio, como los alfabetos semíticos posteriores, no empleaba signos para registrar las vocales; para salvar esta dificultad, que lo hacía incompleto para la transcripción de la lengua griega, los griegos adaptaron algunos signos utilizados en fenicio para indicar aspiración para representar las vocales. Este aporte puede considerarse fundamental; la inmensa mayoría de los alfabetos que incluyen signos vocálicos se derivan de la aportación original griega. Además de las vocales, el griego añadió tres letras nuevas al final del alfabeto: fi y ji, para representar sonidos aspirados que no existían en fenicio, y psi.

Ya en época clásica algunas letras desaparecieron del alfabeto; la digamma, que adaptaba la vau fenicia, se utilizaba sólo en algunos dialectos occidentales, y desapareció antes del período clásico; la san, homófona con sigma, fue desplazada por ésta última; la qoppa, una adaptación de la kof fenicia cuyo sonido no existía en el griego.

En la región de Jonia se desarrolló un sistema de numeración en el que cada letra representaba un número. Las letras que dejaron de usarse en el alfabeto (digamma, san y qoppa) se conservaron en el sistema de numeración, y para completar la serie de las centenas se introdujo además la letra sampi. Estas letras se volvieron obsoletas mucho antes de que se desarrollara la forma minúscula de escritura; las formas minúsculas de digamma, qoppa, san y sampi son inferencias reconstructivas a partir de formas manuscritas en su uso para la numeración. Si bien responden a hipótesis muy robustas sobre el uso de la grafía, están sólo parcialmente basadas en el uso histórico; para el valor numérico de digamma era mucho más común escribir la combinación st o la forma ligada ? (llamada stigma).

Ahora que conocemos brevemente el panorama de la lengua, les presento sin más preámbulos el alfabeto griego:

LA VARIACIÓN DE LAS PALABRAS: CONCEPTO DE CASO

Como muchas otras lenguas indoeuropeas, el griego es una lengua casual, esto es, sus palabras se presentan con variaciones de acuerdo a la función que cumple dentro de una oración. Para presentar la palabra en los distintos casos se recurre a la declinación.

La declinación es un procedimiento morfológico que se produce sobre las palabras (en concreto de sustantivos, adjetivos y pronombres) para expresar distintas relaciones gramaticales dentro de una oración. Así la declinación puede tener como objeto marcar el sujeto, el objeto directo, el indirecto y otras relaciones sintácticas de una oración.

Los casos

El griego clásico presenta 5 casos y 3 declinaciones de acuerdo a la función de la palabra en la oración:
  1. NOMINATIVO: Puede funcionar como modificador directo del sujeto, núcleo del sujeto, predicativo subjetivo obligatorio, predicado no verbal.
  1. GENITIVO: Funciona como complemento adnominal (ad nomen= junto al nombre). Se traduce con la preposición de y puede utilizarse para expresar complemento circunstancial de tiempo o como complemento agente en una oración en voz pasiva)
  1. DATIVO: Principalmente funciona como objeto indirecto, complemento de instrumento o causa eficiente.
  1. ACUSATIVO: Principalmente como objeto directo, y como complemento circunstancial de tiempo en construcciones más complejas.
  1. VOCATIVO: Sirve para llamar o invocar. Indica aquella persona a la que nos dirigimos. Puede traducirse como interjección.

MUY IMPORTANTE: cuando un caso va precedido de preposición, se pierde la función de caso y funciona siempre como complemento circunstancial.

Recapitulemos estos conceptos con un ejemplo sencillo:
Hemos finalizado esta breve introducción. Si tienen dudas, consultas, o aportes, los invitamos a dejarlos aquí mismo. Una vez finalizada la lectura y comprendido todo el material, pasamos a la Lección 1.